jueves, 6 de enero de 2011

Singapur y Bali: 9 días de inspiración desde la Pequeña India en Singapur hasta la isla de Bali en Indonesia






Se trató de un viaje improvisado, decidido en dos días ante la imposibilidad de conseguir aéreos accesibles de Tokio (el país donde resido) a Buenos Aires (donde están mis seres queridos) en temporada alta de fiestas de Navidad y año nuevo. Aunque hubiese querido pasar las fiestas con amigos y familiares en Argentina, no me quedo más remedio que permanecer en Tokio o tomarme unos días afuera de Japón. Como no quería pasar año nuevo en Tokio, me pareció que cualquier otro sitio del sudeste asiático era una opción. Me pongo a buscar ofertas de aéreo y encuentro que Singapur de tránsito y Bali son buenas opciones. Así nació este pequeño viaje, entre la improvisación que ya es una constante en mi estilo de viaje y las posibilidades económicas que ofrecen las distancias cortas.


Bali inspira lejanía y bravura
El vuelo desde Singapur llega a Bali en la noche, hago la visa a la llegada y pago los 25 dólares que requiere el personal. A la salida del país también debo pagar 20 dólares. Esta vez tengo siete días antes de volver a Tokio. Llevo preparado certificado de fiebre amarilla porque a los latinos nos piden a veces, pero solo solicitan el dinero esta vez. Todo es muy rápido, el aeropuerto es pequeño, con pocos servicios, cuando salgo del aeropuerto busco oficinas de reservación de hoteles.
Como estoy en temporada alta, de fines de Diciembre al 5 de Enero, se complica conseguir alojamiento o eso me dicen. Las primeras dos oficinas de turismo no encuentran alojamiento acorde al precio que deseo, la tercer agencia se me hace una mejor oferta y consigo hotel por el primer día por 35 dólares y tres noches en otro hotel por 50 dólares. Uno de los hoteles se llama “Restu Bali” y está ubicado en la calle principal Legian St., donde hay mayor actividad económica, música electrónica, en fin mucho ruido. Aunque el hotel era muy apacible y con una piscina. Las playas de Bali atraen a muchos surfistas y a gente local sobre todo en período de año nuevo, el tráfico de las estrechísimas calles está muy congestionado y conviene caminar en vez de esperar horas para llegar en taxi. Hay muchas motocicletas que se adelantan a los autos sin ninguna consideración.
Las playas muy lindas, aunque pocas personas se meten al agua, la mayoría parecen surfistas, la playa es aquí un lugar de encuentro de amigos, familias, de desconocidos en busca de amistades, etc. Bali es un lugar para socializar, más que para buscar relax. Aunque algunos hoteles con todos los servicios ayudan a relajarse así como los servicios de masajes. Durante los atardeceres, pareciera que el color del agua se funde con el colorido de las nubes, formando como una especie de espejo reflejado por las últimas luces del atardecer. Hay algo distinto en estas playas que aunque no parecen tan espectaculares como las de Tailandia, si tienen un carácter muy fuerte envuelto de lejanía, algo de misterio y braveza en la niebla que asoma a veces en el ambiente.
El cuarto día me traslado al hotel Tres Hermanos, un sitio increíble repleto de espacios verdes, estatuas con motivos locales, jardines impecablemente cuidados, me habría gustado encontrar este espacio desde el primer día! Pago 40 dólares que valen la calidad del lugar.
La gente local es muy amable, y no encuentro acoso del cual leí en algunas partes. En cambio, encuentro calidez y amabilidad.
Bali me hace recordar a las playas de Kerala en India, aunque con más surfistas.
Bali no es solo playas, que se nota cuando visitas Bedugul o distintos poblados rodeados de montañas y terrazas de cultivos. En estos sitios se disfruta mayor tranquilidad, pocos turistas y parece un Bali distinto al de las zonas de playas. Me sorprendió la zona de Bedugul, con lago bellísimo y algunos templos alrededor. En Bedugul puedes visitar el templo Ulun Danu Bratan, construido alrededor del lago, lugar sagrado dedicado a la diosa del agua.
El templo de la familia real de Taman Ayun data del siglo diecisiete y es uno de los templos más bellos de Bali. Otra panorámica bellísima ha sido Pacung con plantaciones naturales y el monte Batukaru de custodia. Otro sitio precioso y con pocas personas que lo visitan es Alas Kedaton, donde puedes pasear alrededor de un templo magnifico entre jardines poblados con monos amistosos y murciélagos. Otro sitio imperdible es el templo marino de Tanah Lot, que es la postal de Bali que aparece en todos lados. El sitio es imperdible realmente y cada lugar mencionado inspira quedarse al menos un día en cada uno, aunque hay tours que por 30 dólares te ofrecen recorrer todos estos sitios en un día muy largo.
Me voy con ganas de haber tenido más días para disfrutar de cada sitio en Bali, pero solo tenía una semana donde privilegie relajarme en vez de andar corriendo de un sitio al otro. Esta vez tengo que volver a Tokio, donde seguiré planeando el próximo viaje. Me quede con muchas ganas de visitar Borobudur, por ser un templo budista muy importante ubicado en la isla de Java. Pero en cada viaje no se puede recorrer todo y es lindo guardar las ganas de conocer sitios para la próxima vez. Al menos, es la mejor excusa para volver. Me sorprende que siga encontrando los ecos de India en distintos lugares (esta vez en pequeña India en Singapur y la atmósfera en Bali), aunque sin planearlo. Me sigue un deseo, tal vez sea un próximo destino.

1 comentario:

  1. Hola Como estas?
    Me tome el atrevimiento de contactarte porque vi que fuiste a Bali en Diciembre del 2010 y te queria preguntar como esta el tema de la rabia. Nos dijeron que hay un brote y queria saber si tomaste alguna precausión sobre esto antes de ir.
    Desde ya te agradezco si me puedes contestar.
    Te dejo mi mail es seanded@yahoo.com mi nombre es Sebastian.
    Saludos.

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